¡Los pensamientos se mueven más rápido que la velocidad de la luz!
Hoy vamos a daros a conocer 2 conceptos que sin ninguna duda todos hemos sentido varias veces a lo largo de nuestra vida, o puede que incluso lo sintáis ahora mismo: las ataduras psíquicas y los ataques psíquicos.
¿Qué es un ataque psíquico?
¿Nunca ha cambiado tu estado de ánimo de repente sin que haya una causa que lo haya propiciado? Cabe la posibilidad de que hayas sido víctima de un ataque psíquico.
Los ataques psíquicos son formas de pensamiento negativas. Te son enviados por otra persona y son fáciles de eliminar con una sesión de ThetaHealing®. Estos ataques psíquicos pueden causarnos malestar, tristeza, preocupación…
De manera natural nuestra mente descarta la gran mayoría de pensamientos que se nos envían pero, especialmente aquellos enviados por personas con las que tenemos una relación estrecha, pueden prevalecer, causándonos un sufrimiento sin que en muchos casos el emisor sea consciente. También es probable que recibamos ataques psíquicos de almas extraviadas o personas no necesariamente cercanas a nosotros, pero que en un momento determinado hemos recibido su ataque psíquico.
¿Qué es una atadura psíquica o gancho psíquico?
Las ataduras psíquicas se producen cuando nos sentimos emocionalmente atados a otra persona, este vínculo no tiene por qué ser necesariamente negativo, sino también positivo, pero puede afectar de forma desfavorable a nuestro bienestar personal.
El odio, la ira y el amor obsesivo pueden crear ataduras psíquicas. Estas ataduras, además de afectarnos psicológicamente, pueden hacernos entregar un fragmento de alma (una pequeña cantidad de nuestra fuerza vital) a la otra persona.
Todos somos vulnerables a las ataduras psíquicas, puesto que estamos constantemente intercambiando emociones y creando vínculos con otras personas. Lo ideal es no permitir llevar ningún sentimiento al extremo o se convertirá en una atadura.