Entre el 20 y el 22 de junio, como cada año, tiene lugar una noche mágica, conocida en España (y otros lugares) como la noche de San Juan. Es el día más largo del año (en el hemisferio norte) y también es el día que da fin a la primera y da comienzo al verano.
La interpretación de este evento astronómico ha cambiado a lo largo del tiempo y entre las distintas culturas, pero siempre ha estado muy ligado a la realización de fiestas o rituales.
Astronómicamente hablando, este año 2016 será único para el solsticio de verano, pues es la primera vez en setenta años que coincidirá con una hermosa luna llena.
El solsticio de verano era considerado tiempo de cosecha, de recoger lo que se sembró en la etapa anterior, pero no solo de forma literal si no también metafóricamente, de forma espiritual y material. A su vez, también es una fiesta por la fertilidad en la agricultura.
Discusiones sobre la fecha
El día de San Juan es el 23 de Junio mientras que el solsticio de verano es entre el 20 y el 22, esto dio lugar a una disputa por ver cuál es la auténtica noche de San Juan. En algunos lugares la fiesta se realiza la noche del 23 al 24, en otros del 24 al 25 mientras que en otros se respeta el origen astronómico de la fiesta, siendo celebrada junto al solsticio de verano.
Si tenemos en cuenta el origen y el porqué de la fiesta, entonces cualquier ritual y evento habría de ser realizado la noche del solsticio, que este año se dará esta noche, a las 00:34 del 21 de junio, hora peninsular española.
La noche de San Juan, de origen pagano
Hace alrededor de 5.000 años nuestros antepasados, los cuales adoraban observar el firmamento, empezaremos a observar los movimientos del sol con respecto a los astros y pusieron fecha a los solsticios de verano e invierno.
La creación de la festividad en torno a esta fecha se remonta a una época anterior a la religión católica. En un primer lugar, se observó que el sol tras el solsticio comenzaba a perder fuerza, por la mayor pérdida de luz a lo largo de los días, tras lo cual pensaban que el astro rey no volvería a salir, de ahí que crearan hogueras y otros rituales de adoración al sol, para que no perdiera fuerza e implorarle su poder.
Otra de las señales de origen de esta festividad la encontramos en la celebración celta del Beltaine, realizada anualmente el primero de mayo en honor al dios Belenos. En esta fiesta se encendían hogueras, que eran saltadas por los más valientes con pértigas de madera.
Un evento similar lo encontramos en la Antigua Grecia, coincidiendo también con el solsticio de verano y en honor al dios Apolo, se encendían grandes hogueras purificadoras.
Por otra parte, los romanos hacían lo propio en honor a Minerva, diosa de la guerra, en unas fiestas con fuegos y hogueras, donde la costumbre era saltar 3 veces sobre las llamas.
Algunas de estas tradiciones entendían los solsticios como la apertura de una puerta interdimensional. Dicen que los espíritus más puros, los guías de luz logran también acceder a nuestra dimensión durante el festejo del solsticio para comunicarse con nosotros.
Entre los beréberes de África del norte de Marruecos y de Argelia, se celebra la fiesta del Ansara el 24 de junio. Encienden hogueras en las plazas de los pueblos, en lugares que consideran que necesitan una purificación. Arrojan al fuego hierbas medicinales. Ahúman después sus principales utensilios, herramientas y objetos personales. Consideran que el humo de las hogueras protege los campos cultivados y mata los virus y las malas energías. Seguidamente saltan siete veces por encima de las brasas, purifican también el interior de las casas y los enfermos con ramas encendidas para ahuyentar los malos espíritus e inmunizarse el cuerpo. Esta tradición procede de la cultura pre-islámica porque se basa en el calendario solar, actualmente el calendario musulmán se basa en el calendario lunar aunque se siguen conservando muchos de estos rituales.
Rituales para la noche del solsticio
Sin importar la creencia de la persona o el lugar donde nos encontremos, lo cierto es que los rituales realizados para esta fiesta son muy similares de una punta a otra del planeta y de una época a otra.
Todos coinciden en el encendido de hogueras purificadoras o de adoración al Sol. En algunos sitios también se complementa con baños al amanecer, como un ritual de bautismo. Entrar en el río o en el mar para limpiar las emociones para después dar tres vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de la hoguera. Este acto simboliza la purificación, para terminar se saltan por encima de las brasas entonando algún mantra u oración de transmutación. Es común también que en la fogata cósmica se quemen enseres viejos, intenciones escritas en un papel y que se celebre la noche con cantos y una ofrenda a la tierra.