El poder sanador de la visualización

La visualización es una parte esencial en la técnica ThetaHealing® así como otras terapias. El 90% de los estimulos que recibe nuestro cerebro son visuales. Visualizamos cuando vemos, pero también cuando imaginamos, seamos o no conscientes de ello.

La creación de la realidad a través de la visualización es un proceso natural que todos inconscientemente empleamos. Los pensamientos que pasan a través de nuestra mente crean nuestra vida. Es solamente nuestra percepción de la imaginación y la realidad lo que confunde a algunas personas.

Hoy queremos compartir con vosotros una entrevista realizada a Eva Juan Linares, doctora en Psicología, dicha entrevista fue realizada en 2005 pero a pesar de su antigüedad es muy interesante leer sobre las experiencias y las reflexiones de esta profesional de la psicología. En la entrevista veréis cómo nos habla de su experiencia tratando a enfermos de cáncer y como, desde su experiencia, la visualización ayuda en la sanación.

Cada año se diagnostican 3.500 nuevos pacientes de cáncer en Cataluña. «¿Qué he hecho yo para merecer esto?», suelen preguntarse todos. Y Eva Juan les ayuda a vivir con ´esto´. Los hospitales medican el cuerpo químicamente, y sólo ahora empiezan a acudir a psicólogos especializados: Eva es de los pioneros, y se felicita de que al fin la medicina valore la relevancia del psiquismo en la curación del cáncer. Eva Juan se metió en esto tras padecer, de joven, la muerte por cáncer de su mejor amiga y ver el trauma psicológico que ello provocó en el entorno de la chica. «Poco a poco entendí que estar vivo es lo raro, que morir es natural y que la enfermedad es una señal de la vida».

-¿Qué es la psicooncología?

-Una disciplina de la psicología que ayuda al enfermo de cáncer a afrontar su enfermedad, a darle un sentido…

-¿Es un consuelo?

-Más: es una ayuda para que sepa adoptar una actitud activa, tomar el control de su nueva vida y vivirla de modo enriquecedor.

-¿Nueva vida?

-¡Saber que tienes un cáncer te cambia la vida! Tras el shock de saberlo, no se trata de dejar de vivir, sino de vivir esa nueva vida.

-Ya, pero lo que quiere el enfermo es curarse de su cáncer…

-Pues justamente una actitud activa del enfermo, positiva, consciente, ¡contribuirá muchísimo a su recuperación! Si colaboras en tu curación, si la visualizas…, ¡la acercas! Hay evidencias científicas al respecto.

¿La mera actitud psicológica es sanadora?

-Mujeres con cáncer de mama avanzado, terminal, se sometieron en 1991 a un estudio, conocido hoy como Fawzy and Fawzy: divididas en dos grupos, uno ejercitó técnicas de visualización y relajación, y el otro no. ¡Las mujeres del primer grupo vivieron el doble de tiempo que las del segundo!

-¿Y en qué consisten estas técnicas?

-Primero, para relajarse y aplacar la angustia es muy útil concentrarse en la respiración: una respiración de tipo abdominal, inspirando y espirando el aire por la nariz…

-¿Y luego?

-En una sesión de quimioterapia, muchos pacientes piensan: «Me meten un veneno». Si el paciente cambia ese pensamiento por este otro: «Me meten un néctar sanador» y lo visualiza, ¡la quimio será mucho más eficaz!

-¿Y qué le dicen los pacientes al hacerlo?

-Que se sienten mejor. Y aprenden a hacerlo solos. Cada enfermo es distinto, y a cada uno le enseño a aprovechar sus recursos.

-No parece muy racional, suena a magia…

-El cerebro es el ordenador central de nuestro organismo y opera sobre él. Lo que el cerebro imagina… actúa sobre el cuerpo.

-¡Ojalá pudiésemos curarnos a voluntad!

-¿Y por qué no intentarlo? Yo lo hago siempre conmigo misma. ¡La voluntad es creadora, la imaginación es muy poderosa!

-Sí, pero… ¿tanto?

-Una enfermedad, al cabo, es un grito: nos grita una desorganización interna, nos está invitando a analizarla, a intentar repararla.

-¿La enfermedad como guía?

-Así veo la enfermedad: como una oportunidad para conocerte mejor a ti mismo. Si la aprovechas, ¡puedes mejorar tu vida!

-Quizá, pero también puedes morirte.

-¡Todos moriremos! «Yo puedo morir antes que tú, ¡esta noche mismo!», les digo siempre a mis pacientes. Vida y muerte son inseparables. Se trata de tomar conciencia de que cada día de tu vida… ¡es tu vida entera! ¡El presente es lo único que tienes! Vívelo.

-¿Enseña a sus pacientes a vivirlo?

-Conozco a muchos enfermos de cáncer a los que la enfermedad ha ayudado a tomar las riendas de su propia vida, a darse cuenta de qué importa y qué no, a ser conscientes de los errores cometidos, de cuánto sufrimiento han ido tragándose durante años…

-¿A qué sufrimiento se refiere?

-A aguantar cosas… Pero en estas situaciones extremas te replanteas el sentido de tu vida: ¡conozco mujeres que han rehecho su vida a raíz de un cáncer de mama!

-¿Hasta qué punto?

-Al de separarse del marido infiel: de pronto toman conciencia de cómo han estado negándose la felicidad sólo por cumplir con una imagen… Y sacan un golpe de fuerza.

-Si le diagnosticasen a usted un cáncer de mama…, ¿qué haría?

-Más o menos lo que ahora hago… ¡Este trabajo mío me conecta con la vida!

-¿Qué consejo de oro se daría?

-Aparta todo victimismo, todo «¿por qué yo?»: toma el control de cada uno de tus días. Les digo a mis pacientes: «Ahora vas a descubrir lo que no sabías: ¡que eres un héroe!».

-Ser un héroe… ¿Y qué es lo que jamás habría que decirle a un enfermo de cáncer?

-«¡Esto no es nada!». Sí lo es: es algo importante y, porque lo es, vamos a aprovecharlo.

Entrevista original publicada el 24/07/2005 en La Contra de la Vanguardia.
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